Escena 1:
Hombre andando por la calle al atardecer. Se detiene en una esquina y saca una bolsita del bolsillo. Con unos polvillos hace un círculo grande en el suelo y se sienta meditabundo. Poco a poco la gente se extraña del hecho y observa con atención al hombre. Los que se acercan al círculo no pueden evitar extrañamente, como hipnotizados, acercarse y sentarse a su lado en la misma postura. Atención a dos chavales que observan el espectáculo con extrañeza en la cera de enfrente.
Imagen de una azotea, donde un niño, muy serio, coge un papel y escribe algo. Asoma la mano por el borde y sin mirar abajo lo suelta. El papel cae en las inmediaciones de los chavales anteriores que se miran y uno de ellos se agacha para cogerlo. Al cogerlo, plano donde se ve el papel y el antebrazo del chaval: "Ahora te toca a ti". Se lo pasa a su colega que ve un papel en blanco.
Joven 1: Está en blanco.
Joven 2: Pero si ponía...
Joven 1 señala el brazo de joven 2, con cara extraña.
Joven 1: ¿Qué es lo que tienes en el brazo?
Joven 2 se mira boquiabierto el ante brazo, donde pone escrito "Ahora te toca a ti". Joven 2 mira el círculo y ante su sorpresa ve que está completamente lleno, solo queda un sitio libre. Como hipnotizado camina hacía el hueco que queda libre ante la sorpresa de su amigo que permanece con los brazos abiertos. Justo antes de sentarse, otro que llega más rápido que él ocupa su sitio y joven 2 sale como del trance. Se mira el brazo y no tiene nada.
Escena 2
Título: cinco meses después
Llamada de teléfono.
Espiceto: Eh... ¿está Frenillo por ahí?
La mamá: Sí, un momento. Ahora se pone.
Al otro lado del teléfono: ¡Frenillo! ¡Frenillo! ¡Qué! ¡Qué te llaman por teléfono!
Frenillo: ¿Quién es?
Espiceto: Frenillo. Mira, que no puedo salir contigo, tengo que ir al dentista...
Frenillo: Sí, claro, sí. Si fuiste hace una semana.
Espiceto: Bueno, vale. Es que verás: me gusta una chavala, necesito conocer y asociarme a otras personas. Tú tienes que entenderlo, siempre serás mi amigo. Pero compréndeme… tu no eres mi tipo.
Frenillo: Ya, ya. Ya sé lo que te pasa: tienes miedo de volver a verlos.
Espiceto: Bueno, vale. Me has descubierto. Desde que tuve aquella mítica experiencia no he vuelto a dormir tranquilo. Tengo miedo de salir a la calle.
Frenillo: ¡Pero si fue hace meses!
Espiceto: Ya, pero puedo volver a verlos.
Frenillo: Venga, déjate de tonterías. Siempre lo mismo y acabas saliendo. Sabes perfectamente que esos eran unos locos de turno.
Se escucha de fondo: ¡cuerga yaa!
Espiceto: Oye, tengo que irme. Te llamo más tarde, ¿vale?.
Frenillo: Vale, hasta luego.
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