La peste negra acabó con 1/3 de la población europea en menos de 6 años - Foto por Mirari Erdoiza - |
La virulencia de esta epidemia fue tan grande que afectó durante siglos la conciencia y forma de pensar europea. Y aunque había graves enfermedades en la época que causaban muchas muertes como la gripe, disentería, sarampión o la lepra, la peste negra representó una nueva enfermedad totalmente desconocida para la que nadie estaba preparado: era rápida, mortal y afectaba a todas las clases sociales sin tratamiento ni curación.
A partir de 1353 hubo más brotes de peste en Europa. Los más graves terminaron alrededor de 1490, pero siguieron existiendo brotes como el de la gran epidemia de Sevilla en 1649. El último episodio de peste registrado fue a principios del s.XVIII.
El origen de la peste negra
En el año 1346 la ciudad costera y comercial de Caffa (actual Teodosia) estaba siendo asediada por el ejercito mongol que traía consigo en sus filas la enfermedad desde las estepas de Asia central. Los mongoles -en forma de intimidación- ponían a sus muertos en las catapultas y lo lanzaban contra el interior de la ciudad de Caffa. Aunque el contacto con los muertos no causaba contagio, si lo hacían las ratas y pulgas infectadas que seguramente entraron el ciudad de otras formas. Cuando los mercaderes genoveses de Caffa huyeron ya estaban infestados por la enfermedad y la transmitieron a Italia, empezando por el puerto de la ciudad de Mesina, al que algunos barcos llegaban ya con toda la tripulación muerta.
¿Qué era la peste negra?
Recientemente se han exhumado los cuerpos de fallecidos por la peste negra en el cementerio de East Smithfield en Londres y se ha verificado que el causante de la enfermedad es una variante casi idéntica de la actual bacteria llamada Yersinia pestis autor de la peste bubónica. La peste negra se transmitía por tanto a través de los roedores, siendo las ratas los principales transmisores. Las ratas son infectadas por las pulgas que transmiten la enfermedad al picar a distintas ratas. Al morir las ratas las pulgas buscan nuevos huéspedes y los humanos son buenos candidatos que al ser picados contraen la enfermedad.
Los médicos que atendían a los enfermos de peste llevaban una máscara con una protuberancia similar al pico de un pájaro que llenaban por dentro de sales aromáticas con objeto de no contagiarse de la enfermedad - Foto vía Anagoria - |
Tras el contagio, hay un periodo de incubación de entre 2 y 8 días tras el cual aparece un brusco cuadro de fiebre, dolores de cabeza, escalofríos y debilidad general. Al poco tiempo aparecían bultos -bubones- en la zona de la ingle, en las axilas o en el cuello que muchas veces supuraban.
El estudio genético de las bacterias encontradas en el cementerio de East Smithfield indican que esta variante bacteriológica es el antepasado de todas las epidemias modernas que tenemos en el mundo. De hecho, estos científicos han podido secuenciar el genoma de la cepa de la bacteria de la peste negra gracias a una nueva tecnología para obtener y refinar pequeños fragmentos de ADN degradados del antiguo patógeno que han identificado como una variante de Yersinia pestis. En estos 660 años de evolución de la bacteria apenas ha cambiado. De los más de cuatro millones de eslabones de ADN que componen el genoma del patógeno, apenas 90 son diferentes entre la versión actual y la variante del siglo XIV. Entonces, ¿porqué fue tan virulento?
La peste negra fue la primera pandemia de la historia y la población no estaba adaptada A esto añadimos que la alimentación y las condiciones higiénicas no eran muy correctas en la época y posiblemente el sistema inmunitario fuera débil en muchas personas. Además acaba de comenzar la pequeña edad de hielo de la edad media con bajadas importantes de las temperaturas y fuertes lluvias, que llevó a unas hambrunas generalizadas. El cóctel perfecto para un epidemia catastrófica.
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